martes, 20 de abril de 2010

Carta de un enamorado

Carta de un enamorado

Tú, única fuente de inspiración, responsable de que mi tiempo pase más rápido de lo que cualquier humano pudiere imaginar, solo con estar a tu lado, solo con rozar tus labios y acariciar ese suave terso, como blanca nieve que viento acaricia delicadamente, deseo mío fundirme en tu mirada y unir nuestros cuerpos hasta formar uno solo. Ya habría cualquier desgraciado que con solo mirarte, enamorarse consiguiera, encontrando lo que nunca antes había querido encontrar, sintiendo de nuevo ganas de vivir, sintiendo la felicidad más profunda allí dentro en su corazón. Solo con imaginarte a mi lado, todo cambia de color, lo oscuro se vuelve claro. Camino por donde pases, llénese de esperanza, convirtiendo muerte en vida, oscuridad en claridad, guerra en paz. Al estar a tu lado, el tiempo corre sin sentido, convirtiéndose horas en no más que intensos segundos. No hay nada que pueda desear como conseguir parar el tiempo cuando a tu lado me encuentro, mirarnos a los ojos, incandescentes, lujuriosos, y estar por siempre así. Sea como sea, me has unido de manera especial a ti, eres perfecta y frágil, como rosa en pleno invierno. Tus manos son delicadas como lo inimaginable, y tus labios rojo fuego hacen perderme en ellos, como si única necesidad fueran para subsistir. Tus largos cabellos color miel, siendo acariciados por el sol, te hacen especial, única. Hasta flor más bella del jardín te envidia, te desprecia, por el simple hecho de superarla en belleza. Como hermosa doncella sobre torre, hasta ti quiero llegar, pudiéndose nuestros labios acariciar, y sentir como lo que tanto he deseado hallar, he conseguido finalmente. Porque no existiera nada tan reconfortante como imaginar un futuro a tu lado, próspero y prometedor, en el que se acaben males y sufrimientos y juntos y felices seamos los dos.

Ese será mi sueño, por el que lucharé y espero obtendré mi recompensa, porque como yo te deseo, prometo, a ti nadie te desea.

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