Probablemente, a lo largo de tu vida, hayas tenido alguna discusión generacional con tus padres acerca de los estudios, tus gustos estéticos o tus formas de relación social. En esos casos, tú habrás procurado defender tus puntos de vista con los argumentos que considerases más convenientes. Ahora te vamos a pedir una inversión del punto de vista, es decir, que te coloques en el lugar de tus padres.
Imagínate que tienes un hijo que es estudiante, pero que al terminar la ESO que ha aprobado sin problemas decide que no quiere estudiar más y que prefiere ponerse a trabajar en un supermercado como mozo de almacén, albañil o en una pizzería... argumentando que quiere ser libre y tener independencia económica para irse de casa. A ti, como padre o madre, esa decisión te parece claramente equivocada, porque piensas que tu hijo podría aspirar a culminar estudios superiores que le permitieran alcanzar una profesión ventajosa en el mercado de trabajo o como acceso a una Cultura mayor. En esos momentos se te plantea un dilema: debes dejar que sea tu hijo el que adopte libremente su decisión o, por contra, debes forzarlo a seguir estudiando con el argumento de que es menor de edad y todavía no puede saber con propiedad qué es realmente lo que le conviene.
Argumenta racionalmente, desde el punto de vista ético, tu respuesta.
-Yo intentaría convencerle para que siguiera estudiando, ya que un buen trabajo tiene muchas más ventajas (trabajos menos costosos y mejor pagados). Sinceramente, lo forzaría a que siguiera estudiando, ya que a veces nos cansamos muy rápido de estudiar tanto ya que no obtenemos beneficios económicos. Pero si lo pensamos detenidamente, nos damos cuenta de que si seguimos estudiando y terminamos el bachillerato y alguna carrera, se nos abrirán más puertas a distintos trabajos en los que ganaremos más dinero y el trabajo no será tan duro físicamente. Por este motivo, yo lo forzaría a que siguiera estudiando, porque si tiene capacidad para ello, ¿por qué no aprovecharla? Ya que en un futuro, me lo agradecerá, y se dará cuenta de que estudiar es lo mejor que se puede hacer, tanto para abrir puertas como para adquirir conocimientos. Esforzarse es la clave, y mirar críticamente al futuro. A lo mejor si empiezo a trabajar ahora, puedo obtener 800€ al mes, trabajando doce horas, pero si espero cuatro o cinco años más y estudio, por las mismas horas puedo triplicar el salario.
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